Normalidad: En sociología, la normalidad se refiere a comportamientos, creencias o características que se consideran típicos o comunes dentro de una sociedad o grupo social en particular. Por ejemplo, en algunas culturas, el matrimonio a una edad temprana puede considerarse normal, mientras que en otras culturas puede considerarse inusual. La normalidad puede variar según el contexto cultural, histórico y social.

Desviación: La desviación se refiere a comportamientos, creencias o características que se apartan de lo que se considera normal dentro de una sociedad o grupo social. Por ejemplo, en una sociedad donde el consumo de alcohol es común, alguien que decide abstenerse del alcohol puede ser visto como desviado. La desviación puede llevar a la estigmatización o la marginalización de las personas que se apartan de las normas sociales establecidas.

Poder: En sociología, el poder se refiere a la capacidad de una persona, grupo o institución para influir en las acciones, decisiones o creencias de otros individuos o grupos. Por ejemplo, en una sociedad, el poder puede residir en instituciones como el gobierno, las corporaciones o los medios de comunicación, que pueden influir en la forma en que la sociedad percibe ciertos comportamientos o creencias. El poder puede manifestarse de diversas formas, como el poder político, económico o cultural.

Un ejemplo que combina estos conceptos podría ser el siguiente: en una sociedad donde el consumo de ciertas drogas es considerado normal, aquellos que deciden abstenerse de su uso pueden ser percibidos como desviados. Aquellos que tienen el poder, como los líderes políticos o los medios de comunicación, pueden influir en la percepción de la normalidad y la desviación al promover ciertos comportamientos o estigmatizar otros.